La danza se ha relacionado con dispositivos electrónicos y digitales desde el siglo pasado, proponiendo distintas formas de configuración e interacción entre la obra y el público. En esta comunicación, abordaremos una breve historia de las demandas creativas y tecnológicas de este curso para comprender el potencial de la realidad virtual para expandir aspectos importantes de la danza, como la relación entre el bailarín y su público. En el ejemplo del ECOS de realidad virtual (de Ivani Santana y Daniel Argente), el público no solo contempla e interactúa, sino que ahora es el público el que se convierte en co-creador tanto del entorno como de la danza que allí puede tener lugar.