Proyecto de video-sonoro experimental en el cual la Totalidad se entiende como la forma de percepción en la que el Ser se encuentra arrojado y sustento en la Nada, haciendo parte de un tipo de armonía y orden que a su vez, son saturados de información y que constantemente provocan evocaciones de paisajes surrealistas alterados. Es un trabajo articulado con instrumentos autóctonos sonoros de viento, desde su construcción hasta su interpretación, y juego de experimentación junto a sintetizadores electrónicos. Para este proyecto fue imprescindible que el proceso conceptual, visual y sonoro, fueron guiados por la mano de amigos conocedores de la medicina del yagé del Valle de Sibundoy (Tabanok) en el alto putumayo en ceremonias ancestrales.